California es el hogar de 7,600 granjas de almendras y 102 procesadores de almendras,1 muchas de las cuales son propiedad de familias que también se encargan de operarlas. De hecho, el 90% de las granjas de almendras son propiedades familiares,2 muchas de tercera o cuarta generación, que viven en la tierra y planean heredarla a sus hijos y nietos.
Ser buenos guardianes es una fuerza propulsora para la comunidad de almendras. Además de brindar trabajo sustentable a sus empleados, los agricultores y procesadores de almendras gestionan cuidadosamente los recursos naturales, trabajan para proteger el futuro de sus familias, vecinos, comunidades locales y el medio ambiente. Como una forma de retribuir, el 96% de los agricultores y procesadores de almendras de California participan en organizaciones, programas y juntas directivas que permiten el bienestar comunitario.3