Nuevas fronteras de investigación
Las investigaciones que apoyan el papel de las almendras en la salud cardiovascular comenzaron en 1992, cuando en el primer estudio se demostró que las almendras (100 g de almendras al día durante 9 semanas) mejoraban los niveles de colesterol como parte de una dieta baja en grasas saturadas, baja en colesterol y alta en fibra7. Este estudio transcendental fue el que ayudó a sentar las bases para el programa de investigación nutricional del Almond Board y aportó evidencias convincentes para continuar investigando los efectos cardiovasculares de las almendras. Con el tiempo, los años de investigación habrían de demostrar que, a pesar de (y probablemente debido a) su contenido de grasa, las almendras podían desempeñar un papel importante para mantener una buena salud cardiovascular. Actualmente, el Almond Board of California continúa expandiéndose hacia áreas innovadoras de investigación en salud cardiovascular, con estudios recientes sobre salud vascular y la resiliencia del sistema cardíaco al estrés mental (detallado más adelante).
Un estudio reciente8 conducido por investigadores de King’s College London examinó a una población británica y analizó varios factores de riesgo cardiovascular como parte de una investigación multifactorial. Denominado Almonds Trial Targeting Dietary Intervention with Snacks, ATTIS (Ensayo con almendras como objetivo de intervención dietética con snacks), se trató de un estudio controlado, aleatorizado y de grupos paralelos con duración de seis semanas en el cual participaron 107 personas (con riesgo CV superior al promedio), quienes consumieron ya sea almendras o un snack de control con igual cantidad de calorías que proporcionaba el 20% de las necesidades energéticas diarias estimadas de cada participante. En comparación con el grupo de control, los participantes del grupo de almendras mejoraron (aumentaron) la función endotelial (diferencia media de 4.1 % unidades respecto al snack de control)9, evaluada mediante la dilatación mediada por flujo (FMD, por sus siglas en inglés), un indicador clave de la salud vascular. Este fue un hallazgo novedoso para la investigación nutricional de las almendras, ya que la mejoría en FMD significa que las arterias pueden dilatarse más fácilmente en respuesta al aumento del flujo sanguíneo, lo cual es un fuerte indicador de salud cardiovascular, mientras que una mala función endotelial se considera un factor predictivo del inicio y progresión de la aterosclerosis. Además, los niveles plasmáticos de colesterol LDL disminuyeron en el grupo de almendras con respecto al grupo de control (diferencia media -0.25 mmol/L). No hubo diferencias en grasa hepática ni otras mediciones (triglicéridos, colesterol HDL, glucosa, insulina) entre los dos grupos. Visite almonds.com para más información sobre los hallazgos de este estudio.
Todos nos enfrentamos al estrés en nuestra vida cotidiana y, lamentablemente, el estrés mental está entre los factores psicosociales que se cree que contribuyen a los riesgos CV. La variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC), una medida de la fluctuación de los intervalos entre dos latidos consecutivos, es un indicador importante de la respuesta del sistema cardiovascular al estrés y se piensa que los factores de estilo de vida, incluyendo la actividad física y la dieta, pueden tener efectos sobre la VFC. Una VFC más alta representa una mayor adaptabilidad del corazón como respuesta a los desafíos ambientales y psicológicos, mientras que una VFC baja está vinculada a la muerte súbita cardíaca.
Para conocer mejor los efectos de las almendras en la VFC, los investigadores midieron la VFC en personas que participaron en una prueba de estrés mental en laboratorio y observaron mejorías en algunas mediciones de VFC en el grupo que consumió almendras respecto al grupo que consumió un snack con la misma cantidad de calorías durante un período de seis semanas. En este estudio secundario del ATTIS10, los investigadores de King’s College London midieron la VFC de los participantes en tiempo real en estado de reposo (acostados durante períodos de cinco minutos) y durante una prueba de estrés mental. En la prueba de estrés mental agudo, los participantes aleatorizados al grupo de almendras mostraron mayor regulación de la frecuencia cardíaca en comparación con el grupo de control, indicado por diferencias estadísticamente significativas en la potencia de alta frecuencia, que evalúa específicamente los intervalos entre un latido y otro (una medida de la VFC). Los resultados del estudio demuestran que consumir almendras en vez de snacks típicos puede disminuir la caída en VFC que ocurre durante el estrés mental, mejorando así la función cardiaca. Estos hallazgos sugieren que consumir almendras tiene el potencial de aumentar la resiliencia cardiovascular al estrés mental, ya que mejora la regulación del ritmo cardiaco. Visite almonds.com para más información sobre los hallazgos del estudio.
Cronología – Una mirada a nuestro historial de investigación cardiovascular
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- 1992: Se publica el primer estudio, conducido por Spiller et al.,11 el cual evaluaba el efecto de las almendras en la salud cardiovascular. Esta investigación buscaba determinar el efecto de las almendras en el colesterol LDL.
- Década de los 90: Los consumidores por lo general pensaban que consumir alimentos con alto contenido de grasas producía aumento de peso. Para ayudar a esclarecer el papel de las grasas saludables en la dieta, el ABC comenzó a financiar investigaciones para analizar los efectos en la salud por el consumo de grasas insaturadas “buenas” a través de alimentos como almendras, aguacates y aceite de oliva. Esto ayudó a cambiar la percepción del público acerca de la sustitución de grasas saturadas por insaturadas, tales como grasas monoinsaturadas, y a explicar que los diferentes tipos de grasas tienen diferentes efectos en la salud.
- 1998: Se publica el primer estudio financiado por el Almond Board of California: “Nuts and plasma lipids: An almond diet lowers LDL-cholesterol while preserving HDL-cholesterol” (Las nueces y los lípidos plasmáticos: Una dieta de almendras reduce el colesterol LDL mientras preserva el colesterol HDL)12
- 2002: El ABC comienza a financiar los estudios Portfolio Diet. Estas investigaciones proporcionaron un mayor conocimiento sobre la manera en que las almendras ayudan a controlar los niveles de colesterol. De estas investigaciones surgió el Portfolio Eating Plan, una innovadora estrategia dietética que busca maximizar el potencial de disminuir el colesterol. El Portfolio Eating Plan recomendaba consumir 30 g al día de nueces, como almendras, además de otros alimentos saludables para el corazón.
- 2003: ¡Es oficial! La FDA aprueba la primera declaración de frutos secos para la salud cardiovascular. El Consejo Internacional de los Frutos Secos presentó una petición ante la Administración de Alimentos y Medicamentos de EUA (FDA, por sus siglas en inglés) para reconocer el papel que las nueces pueden desempeñar para mejorar la salud cardiovascular y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- La evidencia científica sugiere, pero no demuestra, que consumir 45 g (1.5 onzas) de la mayoría de las nueces, incluidas las almendras, como parte de una dieta baja en grasas saturadas y colesterol, puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Se han logrado avances gigantescos en las últimas dos décadas, pero la historia no se detiene aquí. El Almond Board of California actualmente cuenta con varios estudios en curso para conocer mejor el papel de las almendras en esta área fundamental de la salud. ¿Desea saber más? Conozca el estado actual de la investigación sobre las almendras aquí.