Simultáneamente con este proyecto, el Almond Board está trabajando en el proceso regulativo necesario para incorporar ingredientes nuevos en nuestro suministro de alimentos. Este proceso determinará el perfil nutricional de las cáscaras y cualquier inquietud sobre alérgenos. A partir de ahí, las compañías de alimentos tendrán la opción de elegir un nuevo ingrediente de almendra a medida que desarrollen nuevos productos o busquen agregar ingredientes suprarreciclados y reducir el impacto ambiental de sus ofertas existentes.
Otras ideas para las cáscaras de almendra incluyen usarlas como sustrato para el cultivo de hongos, aditivos para el suelo en los huertos de almendras y otros cultivos, materia prima para biocombustibles, y fuentes de alimento para aves de corral.
Además de las posibles aplicaciones en biocombustibles y biocarbón, las investigaciones han encontrado que las cáscaras de almendra pueden ayudar a resolver el problema mundial del plástico. Tras convertirse en un material similar al carbón mediante un proceso llamado torrefacción, las cáscaras de almendra se pueden agregar a plásticos reciclados posconsumo, lo cual los haría más estables y resistentes al calor.7 Este nuevo método aumenta la capacidad del reciclaje del plástico existente, lo que reduce la cantidad de plástico nuevo en el mundo.
Un proyecto sobre la madera de los almendros se está llevando a cabo en una compañía emergente ubicada en Santa Monica: The Hurd Co. Con el objetivo de desarrollar un textil suprarreciclado a partir de los almendros para una compañía de ropa y equipo para actividades al aire libre, Patagonia, un estudio piloto encontró que la madera tiene la composición y longitud de fibra adecuada para fabricar tela. Un ensayo a gran escala comenzará en 2024. Además de los almendros enteros que se derriban durante la eliminación del huerto, también existe la posibilidad de que las podas y los árboles que se caen antes del final del ciclo de vida de 25 años del huerto puedan utilizarse de esta manera.